Picudo Rojo (Rynchophorus ferrugineus)

El  Picudo Rojo (Rynchophorus ferrugineus) es un escarabajo que causa graves daños a las palmeras.

Tras poner los huevos los adultos en las palmeras, las larvas penetran directamente al tronco, labrando galerías de 1 metro. 

Las hojas centrales amarillean y se marchitan, de forma que en pocas semanas, la práctica totalidad de la corona se ve afectada originando la muerte de la palmera. 

Si las galerías dañan la yema apical, la palmera muere irremediablemente, por lo tanto, es fundamental realizar un tratamiento picudo rojo en estos casos.

Los daños causados por las larvas son visibles muy tarde, y cuando los primeros síntomas de infestación aparecen, son tan graves que resultan generalmente en la muerte de la palmera. 

Es por ello la importancia de la prevención y la aplicación de tratamientos fitosanitarios eficaces.

 La  Paysandisia archon  es una mariposa de hasta 10 cm de envergadura que afecta a diferentes especies de palmeras.

No solo el picudo rojo afecta a las palmeras, pues la mariposa conocida como barrenador de la palmera, que no es otra que la  Paysandisia archon , también se instala en las palmeras y puede afectarlas gravemente, por lo que es necesario realizar un tratamiento en el momento en que se identifica la plaga. 

Este lepidóptero es originario de Sudamérica donde, en su hábitat natural, no está considerada como plaga, ya que existe un equilibro natural favorecido por los depredadores de su mismo ecosistema. 

No fue hasta la última década del siglo pasado (1990), cuando se observaron los primeros ejemplares de Paysandisia en la Península Ibérica y en Europa. 

En la actualidad, esta plaga afecta sobre todo a la Comunidad Valencia, Catalunya, y Islas Baleares.

En su fase larvaria, la Paysandisia afecta a la palmera de forma parecida al picudo rojo, aunque más lentamente, perforando galerías en el interior de la planta.

 En la Península, desde el mes de mayo y hasta octubre, las mariposas adultas se aparean y comienzan a depositar sus huevos en la balona, o corona, de la palmera.

 Las orugas, surgidas tras la eclosión, se introducen en el tronco de la palmera excavando galerías, hasta el próximo ciclo en que saldrán como mariposas para repetir el ciclo de las generaciones anteriores.

 Si la puesta se produjo tras el verano, las larvas no surgirán en la primavera siguiente, sino en la del año posterior.

¿CÓMO IDENTIFICAR UNA PALMERA AFECTADA POR PAYSANDISIA?

Existen algunos indicios que pueden indicar la infección de una palmera por Paysandisia:

• Palmas con agujeros: si las nuevas palmas presentan agujeros nada más abrirse, puede ser un claro indicativo de que en el interior del tronco existen galerías producidas por Paysandisia.

• Restos de fibra triturada: Si observamos restos de fibra en el tronco y, tras retirarla, aparece un pequeña agujero, puede ser un claro indicativo de afección.

• Inclinación del tronco: Las galerías perforadas en el interior de la palmera pueden impedir el correcto flujo de la savia en el interior de la planta y, en consecuencia, la debilitación de esta, provocando que el tronco se incline ligeramente, así como una coloración diferente de este.

¿CÓMO TRATAR LA PLAGA DE LA PAYSANDISIA?

En la actualidad existen, en el mercado, productos químicos específicos, aun asi no son 100% eficaces por eso es recomendable hacer un refuerzo con  trampas contra la Paysandisia archon. 

Dependiendo del grado de infección , se procede a sacar la larva a mano, localizando y siguiendo la galería que la Paysandisia haya generado en la palmera. 

Asimismo, es muy importante la prevención y actuar ante la mínima señal de infección. En último caso, cuando una palmera ya se encuentra gravemente afectada, tan solo queda talarla y destruirla, para evitar que esta plaga se siga reproduciendo en su interior.

Fusariosis, (Fusarium oxysporum). Es una enfermedad se puede detectar porque las hojas basales adquieren un tono gris amarillento, seguidamente se secan, hasta que la palmera muere debido a que ésta es incapaz de conducir el agua y los nutrientes. El hongo entra por el suelo y tarda en dar síntomas hasta que no alcanza las hojas, mientras tanto las raíces y el tronco se han infectado por completo, siendo inviable la recuperación.

Pueden morir todas las hojas de un lado, dando a la planta un aspecto asimétrico. Tanto es así que en alguna de las hojas, la mitad pueden estar verdes y la otra mitad secas. Este hongo, que se transmite por vía radicular, no por esporas en el aire, enferma las raíces e impide que éstas suministren agua y nutrientes, produciendo una situación de estrés en la palmera y la muerte por axfisia. Este patógeno generalmente va asociado con la podredumbre rosa (Gliocladium vermoesseni). 

Podemos catalogar este hongo como mortal en nuestras palmeras. No existe remedio conocido, si bien existen esperanzas con un hongo que promueve el crecimiento e incrementa la resistencia de las plantas frente al estrés causado por enfermedades, y condiciones no adecuadas de la fertilización, el riego y/o climatológicas. 

Los hongos toman nutrientes  (a los cuales degrada) y de materiales orgánicos ayudando a su descomposición, por lo cual las incorporaciones de materia orgánica y compostaje lo favorecen; también requiere de humedad para poder germinar, la velocidad de crecimiento de este organismo es bastante alta, por esto es capaz establecerse en el suelo y controlar enfermedades. 

Probablemente sea el hongo beneficioso, mas versátil y polifacético que abunda en los suelos. No se conoce que dicho microorganismo sea patógeno de ninguna planta; sin embargo, es capaz de parasitar, controlar y destruir muchos hongos, nemátodos y otros fitopatógenos, que atacan y destruyen muchos cultivos; debido a ello, muchos investigadores le llaman el hongo hiperparásito.

Antiguamente para combatir el fusarium, se utilizaba el benomilo, ahora ya no está a la venta. Sólamente pues prevención para que no afecte a otras especies, pero si no desinfectamos bien nuestro suelo, las palmáceas que tengamos cerca, morirán también.

En caso de que nuestro jardín esté aislado será siempre debido a una contaminación de nuestro suelo por plantaciones nuevas de especies infestadas.

La contaminación se produce a través de heridas ocasionadas por la rotura de raíces durante el transplante, así como en los suelos compactos, arcillosos, mal drenados, sometidos a riegos copiosos y a altas temperaturas.